Iban Mañas & Valle Sell
El impulso que ha experimentado el feminismo en las últimas décadas ha obligado a repensar la socialización entre hombres y mujeres en muchos ámbitos. El deporte, la atención sanitaria o la ciencia son solo algunos ejemplos. La educación, debido a su indiscutible potencial transformador, es quizá el ámbito donde más se está trabajando en la reconfiguración de los códigos de comunicación y la representación de hombres y mujeres.
En este trabajo nos preguntamos por la representación de hombres y mujeres que encontramos en las lecturas adaptadas para los estudiantes de español. Ya que son los materiales didácticos, junto con el discurso del profesor o los programas docentes, los que generan condiciones de posibilidad para la reflexión acerca de qué imagen proyectan y qué sesgos de género perpetúan.
Muchos estudios se han centrado en analizar qué imagen de la mujer se representa en los libros de texto y hasta qué punto esa imagen está libre de prejuicios sexistas. A diferencia de la perspectiva que habitualmente se adopta en estos trabajos, que suele apoyarse en el Análisis Crítico del Discurso, nosotros decidimos examinar el espacio que ocupa cada sexo en estos materiales didácticos desde un enfoque cuantitativo, en concreto, analizando el recuento de menciones a hombres y mujeres. Para ello, nos apoyamos en técnicas básicas de procesamiento del lenguaje natural (PLN) que nos permiten rastrear los sustantivos de género semánticamente motivado, es decir, aquellos ligados al sexo del referente, en un gran conjunto de datos de forma rápida y sistemática.
Los resultados obtenidos constatan diferencias en el espacio dedicado a mujeres y a hombres en las lecturas adaptadas. En concreto, cuando hombre y mujer comparten el protagonismo en la historia, ellas están infrarrepresentadas. Mientras el número de menciones a hombres es equivalente entre historias con protagonista masculino e historias con protagonismo compartido, en las menciones a mujeres se observa cómo el número de referencias a ellas se reduce significativamente al pasar de protagonismo femenino a protagonismo compartido. Cuando hombres y mujeres se disputan el protagonismo en una misma historia, son ellas las que ceden claramente más parcelas de espacio. Por lo tanto, de nuestros resultados se desprende que el sexismo se expresa no solo cualitativamente, en la manera como se representa a las mujeres, sino también cuantitativamente, limitando sistemáticamente el espacio que ocupan en relación con los hombres.
Preocuparse por cómo se representa a la mujer en los materiales docentes es importante, pero probablemente hay una cuestión previa más urgente que pasa por saber cuánto espacio ocupan las mujeres en estos materiales. Solo una mayor presencia de mujeres en los textos permitirá incrementar las oportunidades para repensar la imagen del género femenino; pues, como recuerda Raquel Osborne en su libro Apuntes sobre violencia de género, en la construcción de una sociedad más democrática y equitativa, los números cuentan. Al mismo tiempo, estos resultados ayudan a repensar la cuestión de la visibilización. Una mayor visibilización de la mujer sin la lucha por ocupar el espacio corre el riesgo de convertirse en un cambio puramente estético, en una estrategia de escaparate. De esta postura se desprende una idea que no por ser evidente resulta menos reveladora: si las mujeres ocuparan más espacios, no necesitarían ser visibilizadas.
Puedes leer la referencia completa: Navarrete, I. M., & Sell, M. V. Técnicas básicas de procesamiento del lenguaje natural en el análisis de menciones a mujeres en lecturas graduadas de ELE. Estudios de Lingüística Aplicada, (78), 45-76. https://doi.org/10.22201/enallt.01852647p.2024.78.1075
Investigadora/es de contacto:
Iban Mañas Navarrete. iban.manas@uib.es